Una mujer declaró ante las autoridades que torturaba a su hija desde que tenía un mes de edad, porque no la quería. “No podía amar a mi hija, por lo que decidí torturarla”, declaró ante la Fiscalía en Estambul, Turquía.
Fue hasta que la bebé fue hospitalizada, cuando la madre aceptó que usaba una navaja de afeitar para hacerle cortes en ojos, cabeza, pecho, brazos y piernas, además de inyectarle blanqueador y jabón líquido en el ombligo, las orejas y la nariz.
ENVIADA A PRISIÓN
Las autoridades ya habían investigado a esta mujer en dos ocasiones, mismo número de veces que se le puso en libertad y su bebé le fue devuelta.
Ahora, tras comparecer ante el tribunal por tercera oportunidad, fue encontrada culpable de tortura y finalmente se le envió a prisión.
Mientras tanto, la bebé está siendo cuidada por su padre y se informa que está recuperando su salud.